Buscan el equilibrio entre la vida personal y sus empleos, realizan todas sus actividades desde sus laptops y disfrutan vincularse con personas de diferentes culturas. Qué caracteriza a estos nuevos sujetos del mundo laboral y qué espacio encuentran en nuestro país
Escapan de la rigidez de las oficinas, la inflexibilidad de los horarios, la formalidad de las posturas y el aislamiento que traen aparejados. Trabajan por objetivos, manejan sus propios tiempos y se muestran más predispuestos a aumentar su productividad mientras tienen la posibilidad de intercambiar experiencias con otras personas.
Se trata de los nómades digitales, los profesionales que surgieron de la globalización económica y que comienzan a encontrar su lugar en la Argentina.
- Qué define a los nómades profesionales y cuáles son sus princiaples intereses en el ámbito laboral
- Por qué los sociólogos consideran que son un nuevo sujeto y qué cambios culturales destacan en la Argentina
- Cuáles son la nuevas ideas que los arquitectos desarrollan para dar respuesta a esa creciente demanda
“Son un nuevo sujeto social que redefine la división entre lo público y lo privado. Tampoco responden al modelo aún vigente de trabajo, en que las personas mantienen una distancia entre sus casas y sus empleos” según los definió la socióloga Ana Wortmande FLACSO.
Estos cambios hacia un nuevo tipo de trabajador fueron posibles gracias a las nuevas tecnologías y a las transformaciones culturales que estos avances provocaron en la sociedad. “En el caso de la Argentina, los ‘90 se caracterizaron por provocar una importante transformación en la que las tendencias internacionales fueron seguidas muy de cerca –como la llegada de la televisión por cable-, y eso influyó para que muchos eligieran nuestro país”, destacó Wortman.
Fue así como gestaron dos procesos en forma paralela: creció la cantidad de profesionales con un nuevo perfil que pretende ser más independiente y disfrutar de su libertad sin aislarse, y por otra parte aumentó la necesidad de crear los espacios físicos adecuados para que puedan llevar adelante sus emprendimientos.
"Ante esta serie de cambios, surge el concepto de ‘tercer espacio’. Básicamente se trata de una tendencia mundial en la que se busca aumentar la productividad; pero en un espacio confortable e informal, por fuera de lo que es la casa y el trabajo” detalló el arquitecto Leonardo Militello, creador junto con su colega Fernando Hitzig y Martín Frenkel de "areatres".
Cómo viven los nómades digitales
Sara Hohenshelt es norteamericana y recientemente llegó a Buenos Aires. Graduada en Ingeniería Civil, trabajó dos años en San Francisco: “No creía en el tipo de trabajo semanal con horarios de 8 a 17 y tres semanas de vacaciones al año, además estaba interesada en el diseño de casas residenciales unifamiliares. Entonces, en abril de 2006 comencé mi propia compañía”, explicó.
Hohenshelt se define como una nómade digital, se muestra distendida y aclara que durante un largo tiempo había deseado mudarse a otro país para aprender un nuevo idioma. América latina resultó el destino más propicio por el tipo de cambio, y posteriormente se decidió por Buenos Aires guiada por recomendaciones y la curiosidad que le generaba la ciudad.
”Mi idea era trabajar 100% a distancia, así que expresé esa necesidad a la empresa en la que trabajaba y por suerte apoyaron ese deseo”, agregó. De esta forma, su jefe se contacta con ella por cada tarea: “Si ambos pensamos que es un buen proyecto para mí, acordamos una fecha de entrega, me envían los planos de la arquitectura, yo hago el diseño y los cálculos y luego los vuelvo a enviar por email”.
Para realizar sus tareas, la profesional utiliza un programa de dibujo y cálculos, por lo tanto, mientras tengas esos programas, “puedo trabajar donde quiero”, aseguró. Fue así como decidió pasar sus tardes en "areatres" lugar que responde a su perfil.
"Hay muchas diferencias entre lo que demandan estos profesionales y lo que puede ofrecer el clásico alquiler de oficinas”, subrayó Hitzig. Y es que principalmente reproducen hábitos de encierro y formalidad, que son justamente aquello de lo que los trabajadores globalizados intentar escapar.
"Los nómades digitales están en todas partes, circulan” y si bien podrían definirse por una franja atarea de 30 a 40, el espectro es mucho amplio. Así lo puntualiza Militello: “Existen muchas personas que provienen del modelo de trabajo donde el hogar y la oficina está aislados y desean cambiar eso sin importar la edad que tengan".
”Por otra parte, de los modelos que buscan dar respuesta a estas necesidades y que se pueden encontrar en Europa o Nueva York, ninguno servía para lo que se pretendía de Buenos Aires. Mientras más los estudiábamos, menos nos queríamos parecer a ellos”, subrayó Hitzig. “Principalmente porque esos diseños no permiten que la gente se encuentre, circulan por pasillos angostos y por eso los nómades buscan otros lugares”.
Bajo esas premisas, los creadores de areatres iniciaron un estudio de varios meses que les permitió identificar cuáles son los principales aspectos que debieron tener en cuenta al momento de definir el espacio físico más propicio.
"Lo principal es que cuenten con la tecnología necesaria para poder llevar adelante su trabajo, pero también buscan mucha luz natural y muebles cómodos, quieren sentirse en el living de su casa para poder realizar sus tareas”, destacó Militello.
Sobre este punto, Wortman especificó: "La postura es algo muy importante, estar en un ámbito tradicional implica cumplir con reglas estrictas del lenguaje corporal. Uno en una oficina no se puede sentar como lo hace en su casa, y eso también da muestras de la división tajente que existe entre ser uno mismo en el hogar y tener que transformarse en algo distinto en una oficina tradicional, debiendo vestir un traje entre otras cosas".
En tanto, los nómades que están en la ciudad ya tienen proyectos en marcha y realizan sus negociaciones desde sus laptops. Modificaron la forma de relacionarse con otros y no dudan al momento de sugerir ideas a proyectos ajenos, algo que ellos mismos destacan como una de las características más enriquecedoras de la experiencia.
Conocer otras costumbres mientas se trabaja, y trabajar mientras se disfruta, parece ser la clave de quienes se animaron a pensar una nueva forma de ser profesionales.
Paola Quain
©iProfesional.com
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